Otro día más nutriendo el sueño americano, aunque por los lindes en lo que bucea Mike Flaherty no todo acaba de ir bien.
Desde las cañerías de su propio buffet, el cual no es que tenga mucho volumen de trabajo que digamos, hasta los patéticos combates del equipo de lucha libre que entrena.
Su suerte (al menos en parte) parece que cambia justo cuando como abogado de oficio lleva un caso en el que de la forma más rocambolesca acaba aceptando la tutela de un cliente con los primeros síntomas de demencia...
Desde las cañerías de su propio buffet, el cual no es que tenga mucho volumen de trabajo que digamos, hasta los patéticos combates del equipo de lucha libre que entrena.
Su suerte (al menos en parte) parece que cambia justo cuando como abogado de oficio lleva un caso en el que de la forma más rocambolesca acaba aceptando la tutela de un cliente con los primeros síntomas de demencia...